lunes, 13 de enero de 2014

SEMANA DEL 13 AL 19 DE ENERO DE 2014



Ahora que han pasado las fiestas de Navidad, donde tanto se consume y tanto se gasta, nos ha gustado recordar a esas personas que no han tenido tanta suerte y han seguido sufriendo su “crisis” a pesar de las luces y los espumillones. Se nos ha ocurrido recordar un poema de Miguel Hernández que cuenta la espera de un niño la Noche de Reyes. El título nos da muestras de cómo acaba esa noche… un amanecer cuidando cabras.



LAS ABARCAS DESIERTAS
Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.
Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.
Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.
Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.
Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.
Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.
Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.
Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.
Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.
Por el cinco de enero,
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.
Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.


Miguel Hernández

No hay comentarios: